18.10.07

Texto seleccionado de octubre (taller miércoles): DESPEDIDA

Despedida

Cecilia Perez





Mi hermano murió una fría mañana de abril a los veintitrés años.

Cuando su respiración se volvió entrecortada, tomé su mano con fuerza y la aferré entre las mías, como desafiando al destino en una batalla que ya sabía perdida.

De pronto, ya no pudo respirar; rodeé entonces con mis brazos su cuello pálido, acaricié su lacio y renegrido pelo, y llené sus mejillas de desesperados besos. Miré su rostro, una y mil veces, olí su piel intentando retener para siempre su delicado aroma.

Me acurruqué en su pecho, primero cálido y luego ya frío, y así permanecí, en el más profundo silencio.

*

Ya entrada la tarde, caminábamos lentamente por entre las tumbas, con los ojos tristes, las mejillas rojas, las cabezas gachas.

El silencio inmenso sólo se rompía por desgarradores llantos.

Llovía, el agua caía sumisa en diminutas gotas sobre panteones, cipreses y deudos que la recibían también con actitud obediente y resignada.

El aroma de los pinos y de las flores se mezclaba dando un aspecto primaveral a ese otoño desolado y gris.

Mi madre, ataviada en un riguroso traje negro y con gran compostura, presidía la marcha. Unos pasos detrás lo hacía mi padre, con el andar sombrío y los ojos atormentados.

Cuando el féretro fue cubierto por el último trozo de tierra no pude evitar gritar de dolor y de espanto.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ceci: gracias por compartir esta experiencia fuerte que lograste transmitir muy bien. Despues del simposio me quede pensando como pudiste convertir el dolor en algo poetico que desde el presente se vuelva a tu favor. Un abrazo,
caro

Anónimo dijo...

Ya había leído textos de Cecilia y me parecen excelentes. Este, especialmente.

Anónimo dijo...

Este relato de Ce lo leí en su blog ... fue tanta la desolación que me dejó en su inmensa capacidad para transmitir belleza en un grito de dolor, que me dejó mudos los dedos.
No me salió palabra alguna.
Es un relato profundo como el alma misma.

Anónimo dijo...

Precioso. Principalmente la primera parte...

laura dijo...

Ceci: este texto es conmovedor, bello, desgarrante. Tu voz comienza a oírse y es un verdadero regalo

Gianina Casella dijo...

Es un relato conmovedor de una despedida dolorosisima, escrito con lagrimas en los dedos y la ternura fraternal que las hermanas tenemos con nuestros hermanos, de sangre.Bravo por el coraje, Ceci!!

GONZALO dijo...

se me cerrò el pecho, se me erizò la piel, mis dedos tiemblan en el teclado y se nubla mi vista.
parece que hubiese estado ahi

GONZALO dijo...

se me cerrò el pecho, se me erizò la piel, mis dedos tiemblan en el teclado y se nubla mi vista.
parece que hubiese estado ahi